Casque las nueces con la mayor precaución, de modo que obtenga dos mitades enteras; quíteles la piel y únalas, colocando entre cada dos mitades una bolita de pasta de almendras.
Páselas por almíbar a punto de caramelo y luego colóquelas sobre un mármol untado con aceite de almendras hasta que se enfríen (o silpat) Colóquelas sobre pirotines (moldecitos de papel)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario :-)